Tres principales mayab

09 de Octubre 2015

Las poblaciones mayas se distribuyeron en tres áreas llamadas mayab. Todo el territorio ocupado por los mayas, o mayab, se divide en tres principales áreas: Tierras Altas, Tierras Bajas y el litoral Pacífico.Tres principales mayab
Mayab corresponde a las distintas regiones habitadas por los mayas agrupados en cierta densidad poblacional. Tres principales marcan el mapa que fuera testigo de su desarrollo.

Los mayas habitaron todo el territorio comprendido desde Yucatán (México), el territorio guatemalteco, hasta Honduras y El Salvador.

Dichos espacios se clasifican según sus características geográficas y ubicaciones.

  • Tierras Altas
  • Tierras Bajas
  • Litoral Pacífico al sur del territorio

Las Tierras Altas

Denominadas de esta manera por su altitud sobre el nivel del mar, corresponden al marco territorial característico de elevaciones montañosas y volcanes.

Dicha cadena volcánica permanece hasta en la actualidad y los riesgos que presentara en el pasado, con sus históricas consecuencias, se distinguen como un latente recuerdo con ejemplos como Ceren en El Salvador, ciudad maya sepultada bajo la ceniza volcánica durante una tremenda explosión.

La parte más alta se alcanza en Guatemala, en el departamento de San Marcos y Quetzaltenangoen las cercanías de la frontera mexicana. Esto no implica que poblaran áreas de los volcanes, pero sí los alrededores que por ende, comparten características de tierras altas.

De tal manera, se encuentran poblaciones a lo largo de los períodos temporales también en el área de Atitlán, alrededor del lago del mismo nombre "Lago de Atitlán", formado en la caldera volcánica formada miles de años atrás.

Tierras Bajas

Comprende precisamente a los territorios ubicados en una altitud baja con características, por ende, afines en cuanto a vegetación, flora y fauna en general.

Formado principalmente por una selva tropical, la abundancia de vida no se traduce exactamente en tierra fértil, pues las características geológicas hacen precarias las condiciones para la siembra. Entre más al norte, menos apto es el territorio para cultivos, pues se suele encontrar formaciones que impiden la permanencia del agua en el suelo.

El suelo en su mayoría calcáreo, con abundancia kárstica, dirige las corrientes hacia el interior de la tierra formando cuevas. Algunas de estas permanecen inundadas hasta la fecha y otras cuentan con corrientes que recorren sus laberintos y escondrijos.

Una vez más parece irónico encontrar vida y agua en un territorio que ofreció pocas oportunidades para la siembra. Con frecuencia, el agua no retenida por el suelo se traduce en su traslado hacia otras áreas, algunas pantanosas, otras subterráneas.

Por ello, las fuentes de agua son valoradas, formando depósitos útiles y a la vez místicos conocidos como Cenotes, palabra derivada del Yucateco Tz'ono'ot. Estos abundan en toda el área norte siendo el más famoso el de Chichén Itzá.

Algunos otros muy parecidos, se denominan Simas, y corresponden también a formaciones en suelo de roca caliza o sumamente calcáreo, pero ausentes de agua, encontrando el más famoso, grande y profundo del territorio guatemalteco, en las tierras bajas de Huehuetenango, cerca del vértice fronterizo con México. Este es llamado "El Cimarrón", y aunque, reiterando, corresponde a una Sima, este "cenote" seco, es comúnmente llamado "Cenote Cimarrón".

Tierras del litoral Pacífico

Las lluvias, clima húmedo y fertilidad del suelo apto para la siembra, marcó la diferencia en el desarrollo de distintas maneras. Este territorio se ubica precisamente en la llanura del Pacífico y proporcionó la catapulta ideal para la agricultura variada, especialmente para el valorado cacao que se utilizara incluso como especie de moneda con el paso del tiempo.

Destaca mencionar entre los vestigios arqueológicos del Pacífico, a Takalik Abaj en Guatemala, donde hermosas construcciones sumamente antiguas son preservadas. Al presente, el empuje agrícola de toda esta región sigue siendo evidente.


Es importante mencionar que la relativa facilidad que marcan los territorios fértiles para el desarrollo, tal como el litoral pacífico, o como poblaciones específicas en el departamento de Izabal como Quiriguá, marcaron también el ser centros de poderío y por ende, de conflicto de riquezas.

La cuenca del Río Motagua, ancho y navegable, así como la abundancia del jade en dicha región, tambien dejan una huella en los aspectos de riqueza mencionados.


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